
Vamos a abordar una de las zonas más traicioneras del proceso post-ruptura: la etapa de la negociación. Sí, esa fase en la que, tras un tiempo, tu ex aparece de nuevo en escena y tu mente se convierte en un mercado persa, debatiendo si volver o no volver. Inspirada en las letras profundas de Kany García, “Debía saber que cuando más feliz me vieras, ibas a volver por mí”, nos adentraremos en este laberinto emocional juntas.
Comprendiendo la etapa de negociación. La negociación es un paso natural en el proceso de duelo descrito por Elisabeth Kübler-Ross. Aquí es donde tratamos de encontrar maneras de evitar el dolor, negociando con nosotras mismas o con el exterior. Puedes encontrar pensamientos como “tal vez podríamos volver a intentarlo si cambiamos ciertas cosas”. Pero es crucial entender que este es un momento de gran vulnerabilidad emocional. Amiga, dejemos las ilusiones en la puerta y desempolvemos el espejo de la verdad.
¿Qué hacer cuando un ex te busca? Cuando un ex regresa, es fácil sentirse confundida y tentada a retomar las cosas donde se dejaron, especialmente si no hemos completado nuestro proceso de duelo. Sin embargo, antes de actuar, es importante hacer una pausa y reflexionar con claridad. Primero y ante todo, evalúa tus sentimientos actuales. ¿Es amor verdadero o simplemente nostalgia disfrazada? Analiza si lo que sientes es genuino o simplemente una respuesta emocional al miedo de estar sola o al impacto de ver a tu ex nuevamente. No permitas que la soledad sea la sirena que te arrastre hacia las rocas de una relación sin cimientos.
Luego, pongamos bajo la lupa el momento de su glorioso regreso. ¿Por qué ahora? ¿Qué ha cambiado en él o en ti desde que terminaron? A menudo, las personas vuelven a buscar a sus ex parejas cuando ven que estas están superando la relación y comenzando a ser felices por su cuenta. (Recuerda la canción de Kany). Esto no necesariamente significa que quieran genuinamente volver por las razones correctas. Y ahora, la pieza maestra del rompecabezas: analiza las razones de la ruptura inicial.
Es fundamental recordar por qué terminaron en primer lugar. ¿Han sido resueltos esos problemas? Si las razones cruciales de la ruptura siguen intactas, es probable que los mismos problemas resurjan.
¿Y cuándo es el momento adecuado para volver a intentarlo?
Respira hondo y lee esto:
Si ambos han tomado tiempo aparte para crecer individualmente, resolver problemas personales y están dispuestos a trabajar juntos en una relación más saludable.
No se trata de reanudar donde lo dejaron, sino de empezar de nuevo con una perspectiva diferente y más madura.
Una relación no puede prosperar sin respeto mutuo y una comunicación abierta y honesta. Si estos son fuertes, puede ser un buen indicio de que las cosas podrían funcionar.
Pero no todo es color de rosa en este jardín del amor. Hay señales de advertencia que debes tener en cuenta.
Volver porque estás evitando enfrentar el dolor de la ruptura o porque temes la soledad no son razones saludables.
Si te sientes presionada a volver debido a la culpa, la manipulación o cualquier forma de coerción emocional.
Retomar una relación porque sientes que no puedes estar completa sin la otra persona es un signo de dependencia, no de amor.
Así que, antes de lanzarte de cabeza a las garras del pasado, fortalécete a ti misma. Dedica tiempo a tu bienestar personal, cultiva tus amistades, tus intereses y tu crecimiento profesional. Aprende a disfrutar de tu propia compañía y a valorar tu independencia. Este es el verdadero fundamento de la felicidad personal, que no debe depender de estar en una relación.
Amiga es fácil caer en el espejismo del “felices para siempre”. La sociedad, las películas, los libros… todos nos venden la idea de que el amor verdadero siempre triunfa y que el reencuentro con un ex es el clímax perfecto de una historia de amor. Pero la realidad es más complicada. Volver con tu ex no es un final de cuento de hadas garantizado. Es un camino lleno de baches, que requiere trabajo, honestidad y una introspección brutal.
¿Qué ha cambiado realmente? Antes de considerar volver con tu ex, pregúntate: ¿Qué ha cambiado realmente? Si las mismas dinámicas tóxicas siguen presentes, si las heridas no han sanado y si no ha habido un crecimiento genuino por ambas partes, es probable que el resultado sea el mismo. Recuerda, no es solo cuestión de tiempo, sino de evolución.
La nostalgia puede ser una trampa peligrosa. Es fácil recordar los buenos momentos y olvidar por qué terminaron en primer lugar. No te dejes engañar por una versión idealizada de tu ex. Sé honesta contigo misma sobre por qué la relación no funcionó antes y si esos problemas se han resuelto o no.
Aquí hay algunas señales de advertencia que debes tener en cuenta:
Si tu ex está tratando de presionarte para volver, eso es una señal de manipulación.
Si sientes que estás volviendo solo porque temes estar sola, es una señal de que no estás lista para una relación sana.
Si la razón principal para volver es la comodidad y no el amor genuino, reconsidera tu decisión.
Antes de tomar cualquier decisión, haz una autoevaluación honesta. Pregúntate a ti misma si estás volviendo por las razones correctas. ¿Estás buscando una segunda oportunidad porque crees que ambos han cambiado y que hay una posibilidad real de construir una relación más fuerte? ¿O estás volviendo porque tienes miedo de estar sola o porque te sientes presionada?
Cultiva tu independencia. Aprende a disfrutar de tu propia compañía. Refuerza tu red apoyo, explora tus pasiones y enfócate en tu crecimiento personal. Una relación saludable se basa en dos personas independientes y plenas, no en dos individuos incompletos que intentan llenar sus vacíos mutuamente.
Si decides darle una segunda oportunidad a tu relación, la comunicación es clave. Habla abierta y honestamente sobre tus sentimientos, tus expectativas y tus miedos. Asegúrate de que ambos estén en la misma página y dispuestos a trabajar juntos para construir una relación más fuerte y saludable.
¿Volver o no volver con tu ex? La pregunta del millón de dólares, es una decisión muy personal y debe basarse en una evaluación honesta de tus sentimientos, tus necesidades y tus expectativas. Tómate el tiempo para reflexionar y asegúrate de que cualquier decisión que tomes esté basada en el amor propio y el respeto mutuo.
Cada relación y ruptura es una oportunidad para aprender más sobre nosotras mismas, crecer y, eventualmente, formar conexiones más fuertes y saludables en el futuro. Mantén tu corazón abierto, pero también protegido; sabio, pero también compasivo.
Antes de dar ese salto al vacío de volver con tu ex, recuerda que la felicidad no depende de una relación, sino de la fortaleza y la plenitud que encuentras en ti misma. Aprende a amarte, a valorarte y a disfrutar de tu propia compañía. Solo entonces estarás verdaderamente lista para compartir tu vida con otra persona de una manera sana y equilibrada.
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